jueves, 2 de agosto de 2012

Power Mary Sue, o cómo todos tenemos un (inútil) superpoder



Muchos me habéis preguntado por el nombre del blog. Es normal, imagino. No es algo especialmente descriptivo, del tipo MiraLaRopaQueMepongo.blogspot, aunque algunos ya sabréis por dónde van los tiros. En realidad, hay dos versiones para explicar el nombre del blog. La corta es que me gustó la foto que veis aquí arriba (if yours, please tell me), porque ya sabéis que siento adoración por Severus Snape. La versión larga implica explicaciones, viajar en el tiempo y la confesión de vergonzosos secretos.

Y es que, por si lo sabéis, tengo un superpoder.

De hecho, todos tenemos uno. Y no, no penséis que esto se va a convertir en un sucedáneo de Paulo Coelho, pero es la verdad. Pero ojo, tener un superpoder no implica que sea un poder útil. Ni mucho menos. Hay quien puede volar, hay quien tiene visión de rayos x. Pues bien, yo tengo el Power Mary Sue. Sí, el nombre es mío, sé quería más lógico que se llamara  Mary Sue Power, pero es mi superpoder y hago con él lo que quiero. Y tengo que confesaros que es un poder bastante inútil, aunque a mí me ha dado horas y horas de diversión.

Porque, pezqueñines míos, el Power Mary Sue consiste en crear Mary Sues constantemente, da igual lo chungo que sea el personaje. Da igual que sea un asesino en serie o un santo, si el personaje (o el actor que lo interpreta, en muchos casos) me ha llamado la atención, el Power Mary Sue se activa sólo y en menos de diez minutos ya ha surgido una tierna Mary Sue que le hará la vida más fácil.

¿Y qué es una Mary Sue? Ay, amigos, si me estáis preguntando esto es que no me conocéis en absoluto, pero allá vamos. Tenemos que remontarnos al fanfiction. Un fanfiction es, como su nombre bien indica, una ficción creada por un fan, es decir, un seguidor de los libros de Harry Potter o de la serie Expediente X, por poneros algún ejemplo, cuando decide que las cosas no van del todo como le gustaría. O que hay escenas que no están bien explicadas. O que tal personaje no recibe todo el amor que se merece. No hay problema, el fan abre su libreta (o su procesador de textos, casi siempre) y se dispone a escribir su propia versión de los hechos. Una inocente diversión por la que no recibe más que incomprensión por parte de familiares y amigos.

Y aquí es donde entra la dulce Mary Sue en juego, porque una Mary Sue es, por definición purista, un personaje original creado por el fan que interactúa con los personajes del fandom del que está escribiendo. Ejemplos prácticos:  una novia de Harry Potter; una prima de Boromir que pasa los veranos bordando en Gondor; ese tipo de personajes.

Hasta aquí todo correcto, ¿no? Pues no. Porque si algo hemos aprendido leyendo fanfics ( y la realidad es que se aprende bien poco), es que las Mary Sues suelen ser una encarnación de Mary Poppins. Es decir, son prácticamente perfectas en todo. Son bellísimas, cantan como los ángeles, todo el mundo las adora hagan lo que hagan, y siempre, siempre, consiguen redimir al personaje merecedor de su amor. Por esta razón, el término Mary Sue está tan denostado. Porque no suele traer nada bueno y hay estudios que demuestran el daño que pueden hacer estos personajes.

Ahora comprendéis mejor el alcance de mi tragedia, ¿verdad? El Power Mary Sue se activa por su cuenta en cuanto detecta un personaje (o un actor, no los olvidemos nunca, ellos tienen gran parte de culpa en el proceso de creación de una Mary Sue) que le gusta allá va. Se lanza sin importarle lo más mínimo mis críticas y mis súplicas. Y como un gran poder conlleva una gran responsabilidad, me veo obligada a mantener en secreto a mis pequeñas Mary Sues, por el bien de la humanidad. Por mantener una reputación también, ya sabéis.

Ya conocéis mi secreto. Mi inútil superpoder que hace que pierda más tiempo del que me gustaría, tiempo que podría utilizar para escribir cosas (más) importantes, pero aún no he aprendido a controlarlo del todo. Comenzó en mi más tierna adolescencia pero es ahora cuando está viviendo su apogeo, y mucho me temo que me acompañará toda mi vida.

Y tú qué, ¿cual es tu superpoder? Recuerda que todos tenemos uno, por inútil que sea...