![]() |
Esta es la dieta que más me gusta |
Esto va de experimentos, aunque tenéis que olvidaros de la bata blanca y el pelo de científico loco. Hace unos cuantos días me ofrecieron un ejemplar de La dieta espiritual de Francesc Miralles. Confieso que en un primer momento dudé, porque los libros de autoayuda nunca me han llamado especialmente la atención. Pero hice los deberes, investigué un poquito, y me picó la curiosidad. De modo que acabé aceptando.
Al día siguiente lo tenía en casa, y al darle un vistazo una idea loca comenzó a abrirse paso en mi mente. ¿Y si me comprometía de verdad? ¿Y si me ponía a dieta espiritual con todos vosotros por testigos? Pues sí, hermosos, eso es lo que hay. Vais a ir viendo mi evolución a Super Saiyan semana a semana. Pero sin poderes especiales. Creo.
'La dieta espiritual' se basa en la idea de que no sólo nos sobran kilos, sino que muchas veces nos obcecamos en comportamientos no del todo recomendables que nos llevan por la calle de la amargura. Preocuparse demasiado por las cosas, no saber desconectar, tendencia exagerada al drama, procrastinación... ¿A alguien le suena? Pues bienvenido al club.
El libro propone un plan de 24 semanas, con un capítulo por cada una de ellas. En cada semana hay que trabajar un problema concreto, con ejercicios incluidos. Y aquí es donde entra mi experimento, ya que me he propuesto seguir el programa a rajatabla, realizar los ejercicios y compartir los resultados con vosotros. Spooky, eh?
Semana a semana veréis mis avances (o no, no prometo nada) con esta dieta tan singular. No prometo nada, salvo sinceridad, y es bastante probable que si teníais alguna opinión favorable sobre mí esta acabe por desaparecer. Cada semana publicaré los objetivos a cumplir y mi conclusión sobre los ejercicios anteriores. Ya veréis, ya, que nos vamos a reír un rato...
De modo que empezamos. No hay vuelta atrás. No vale rendirse, y si lo intento, más os vale estar ahí para darme caña. El tema de esta semana es Pre-ocuparte y los objetivos son los siguientes:
1. Deja de pre-ocuparte por lo que podría suceder.
2. Cada vez que te asalte la preocupación, ocúpate de una cosa importante que reclame tu atención.
3. No pronostiques resultados negativos.
4. Si haces alguna profecía a otra persona, que sea positiva para animarle a mejorar.
¿Lo mejor de todo? ¡Que puedo seguir comiendo lo que me apetezca! Aunque igual eso también debería revisarlo... En fin, ya os contaré la semana que viene. ¿Alguien se apunta conmigo?