miércoles, 3 de julio de 2013

Cómo aprender búlgaro: un deporte de riesgo

Que los dioses os bendigan, Cirilo y Metodio, porque yo me he quedado sin palabras
La verdad es que me siento engañada. No decepcionada ni cualquier otro sinónimo, me siento engañada y no por cualquiera. Me siento engañada por Umberto Eco. No es que el señor Eco y yo pasemos juntos las tardes tomando limonada y hablando sobre la dificultad de traducir literatura a otros idiomas. No es eso, aunque estaría bien.

Me siento engañada porque cuando leí Cómo se escribe una tesis, Umberto Eco me dijo que en aprender el alfabeto cirílico se tarda una noche. Y es mentira. Os lo prometo. Por supuesto, mi talento natural para los idiomas no es el mismo que el del autor, pero es que después de casi veinte horas de clase de búlgaro este idioma sigue pareciéndome un invento demoníaco.

Como si un birmano me hablara en klingon. Lo mismo. 

Y es que cuando te enfrentas a un idioma en el que la C significa S y la P significa R, empiezas a olerte que la cosa no va a ser precisamente sencilla. No me entero de nada, que queréis que os diga. Y resulta muy frustrante porque aquí la gente te habla por la cara y yo soy muy de ponerme a charlar con cualquiera. Especialmente con señoras mayores en lo autobuses. y aquí no puedo, porque ellas me hablan, y yo les digo que no sé hablar búlgaro (Ne gavoria bulgarski, la frase más útil que he aprendido en mi vida), y me miran así como con penica, y yo, con lágrimas en los ojos les hago entender por medio de la mímica que estoy muy apenada, que quizás más adelante, si nos encontramos en otra parada de tranvía pues podremos hablar de sus nietos, o del frío que hace o de lo que quisiera contarme...

Leedlo y luego me contáis qué pone
Por si fuera poco, Vera, nuestra profesora sabe muy poco inglés y cuando le preguntamos alguna duda nos sonríe y nos lo intenta explicar. En búlgaro, claro. No puedo hablar mal de ella porque el primer día me dijo que su autora favorita es Jane Austen y que ama con locura a Colin Firth (no me lo dijo con esas palabras exactas, pero yo sé muy bien cuando hay subtexto), y el caso es que estoy genéticamente imposibilitada para odiar a gente así. No me sale, eso es todo.

Yo lo intento, ojo. No me refiero a odiar a Vera, es muy maja la señora. Me refiero a que intento entender el idioma búlgaro, pero no me sale. Intento descifrar los caracteres y recordar cómo se pronuncian cada uno, y luego el significado y ADEMÁS sin pegarle muchas patadas a la gramática, pero es imposible. Pensé seriamente en tirarme por la ventana de la academia pero sólo es un primer piso por lo que al final acabaría en el hospital con una pierna rota y SIN ENTERARME DE NADA.

Creo que tengo que estudiar más. O transplantarme un cerebro nuevo. O la reencarnación en una forma de vida más avanzada. No estoy segura, la verdad.

Sólo sé que no sé nada.

Y, en este caso, es cruel y decididamente cierto. 

4 comentarios:

  1. ¿No es en Bulgaria donde si asientes dices no y si niegas con la cabeza significa sí? Lo leí hace años y no recuerdo a qué país del este se referían... Como sea Bulgaria, no puedo hacer otra cosa que desearte muuuuucha suerte.
    Besos.

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    1. Si, hija, es aqui. En realidad, hacen un movimiento extranho con la cabeza, que a mi me recuerdo a los perros esos que se ponian en la parte de atras de los coches. Un balanceo muy raro, y nunca se si me estan diciendo que si o que no, ay.

      Ahora mismo estoy escribiendo desde un teclado bulgaro y es que es incomprensible, de verdad...

      Gracias guapa! Muacks!

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  2. Nena, yo que tú optaba por la forma romana de decir si y no, que creo que eso lo entienden hasta los búlgaros.. THUMBS UP!!

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    1. Jejeje, sí, eso y sonreír mucho siempre. Si eres adorable te perdonan más los posibles errores ;p

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