miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Quieres escribir una novela? Semana 2.

O no...

Después de la Semana 1, vamos de cabeza a por la Semana 2.

Si habéis trabajado durante esta semana pasada ya debéis tener una idea sobre qué vais a escribir vuestra novela.  Habéis pensado sobre lo que os gusta y lo que os disgusta, sobre lo que os apetece leer y lo que de verdad tenéis ganas de empezar a escribir.

¡Perfecto!

A no ser que seáis unos genios y entonces no sé que estáis haciendo aquí, lo normal es que ahora mismo sólo tengáis una ligera idea sobre lo que queréis escribir. Es decir, algo parecido a  Quiero escribir la historia de una mujer joven que se reencuentra con un compañero del colegio a quién le hizo mucho daño y se propone pedir perdón a todos con los que se portó mal.

Quiero escribir la historia de un pirata que toma como esclavo a un naturalista y desde ese momento su vida cambia y sólo quiere buscar animales.

Ese tipo de cosas. Está bien, es normal.

Tenéis grandes ideas, o ideas pequeñas, muy originales o no muy original pero te mueres de ganas de escribir sobre eso. Pero, por lo general, en este estadio de preparación de la novela todo lo que tenemos es eso, una idea general, vaga e imprecisa, que no nos cuenta mucho más de cómo va a desarrollarse nuestra historia.

Llega la hora, entonces,  de preparar propiamente dicho nuestra novela. Aquí nos encontramos con varias opciones posibles, porque como todo en esta vida hay gustos para todos…

Plotter VS Pantser

De esta manera, la mayoría de escritores se dividen en dos bandos bien diferenciados, y casi contrarios. Me refiero a los Planificadores (Plotter)*  contra los Improvisadores (Pantser).  Unos no conciben la manera de trabajar de los otros, y los otros se llevan las manos a la cabeza pensando cómo es posible que alguien pueda trabajar de esa manera, pero ya se sabe que cada persona es diferente…

Plotter (Planificadores) son aquellos que planifican todos los detalles de la novela que piensan escribir. Capítulos, números de palabras, acontecimientos importantes, trama principal y tramas secundarias… todo lo que os podáis imaginar ellos ya lo han pensado y apuntado.

Por el contrario, los Pantser (improvisadores) son aquellos que se sientan a escribir una novela como si fuera una aventura. Por lo general sólo conocen lo básico, y a partir de ahí se sientan cada día y comienzan una nueva aventura.

Los plotters afirman que si no conocen qué es lo que va a suceder en su historia serían incapaces de escribir nada; los pantser afirman que si supieran lo que va a ocurrir con su historia todo el misterio se habría evaporado y por lo tanto, serían incapaces de escribir nada.

¿Cuál es la postura correcta? Pues ninguna de las dos, o ambas. Pero, sobre todo, es una decisión muy personal y, como todo, depende mucho del carácter del autor.

En mi caso, adopto una postura intermedia. Me gusta planificar algo, un poco, lo suficiente para saber más o menos qué es lo que va a ocurrir, pero cuando más ideas tengo es cuando estoy realmente escribiendo.  Es en esos momentos, cuando estás en medio de la historia cuando los propios personajes te van pidiendo que escribas eso o aquello. Y todos sabemos que tú, como autor, eres un simple esclavo de tus personajes…

Tengo que decir, en mi experiencia personal, y con el marco de NaNo en mente, las veces que mejor me ha ido han sido las veces que he planificado algo, aunque sea un poco. Nunca he llegado a planificar todo todo todo, de modo que no sé si me serviría de mucho o todo lo contrario, pero alguna vez tendré que probar, digo yo…

Cuando hablamos de Plotter o Pantser no significa que los Plotter lo tengan todo planificado al milímetro y se nieguen a incluir ningún cambio. Al contrario, esas ideas que surgen de la nada mientras escriben se incorporan con mayor facilidad al tener ya un lugar concreto donde encuadrarlo.

Para mí, por ejemplo, me es de muchísima utilidad hablar sobre mi trama con algunos amigos. Hay autores que se niegan a hablar nada de lo que están escribiendo porque dice que entonces pierden el interés. Para mí es todo lo contrario. Hablar con mis amigos (especialmente con aquellos que también escriben) sobre lo que tengo planeado escribir no sólo me hace emocionarme aún más con mi trama, también, en muchas ocasiones, me da ideas que después serán de mucha utilidad.

En este caso, como puede que para muchos de vosotros sea la primera vez que os atrevéis a escribir una novela, creo que es mejor que trabajemos algunos conceptos básicos. Si sois Pantser a muerte pues bueno, tampoco os va a hacer daño…

Creo que es básico que antes de comenzar a escribir tu novela tengas claro algunos puntos obvios:

1. De qué va la historia (trama). Está bien que quieras ser el primer sorprendido en ver cómo evoluciona tu novela, no debes descartar el elemento sorpresa, pero creo que en esta ocasión sería bueno que prepararas un timeline, aunque sea corto, con los puntos más importantes de tu historia. Luego volveremos sobre esto, no os preocupéis.

2. Quién está en tu historia (protagonistas). Igual más adelante descubres que te hace falta con urgencia un personaje más en ese punto concreto de la historia o, que, sinceramente, la madre del vecino de tu protagonista no es especialmente importante, pero creo que para comenzar debes saber al menos lo básico sobre tus protagonistas. No vamos a hablar sobre los personajes ahora, el próximo día le dedicaremos toda la sesión.

3. Dónde transcurre tu historia (World Building). No es lo mismo construir una historia alrededor de una estudiante de piano en la Bulgaria contemporánea que hacerlo sobre un esclavo romano días antes de la muerte de César. Esto cobra mayor importancia si vas a escribir tu novela situándola en un universo alternativo, para la ficción histórica y para los mundos de fantasía. Si tu historia va a situarse en  un entorno especial (espacio, mundo fantástico) o incluso en una ciudad que no conoces, deberías marcar unas pautas para que todo concuerde de la mejor manera posible.


Construyendo un mapa de tu historia

Si quieres escribir a tiro hecho, sentarte cada mañana con algo en mente sobre lo que escribir en vez de andar estrujándote el cerebro para ver si te sale algo pseudodecente, creo que sería buena idea tener un mapa para no perderte.

Este mapa puede ser todo lo detallado que quieras, pero en el caso más básico, os aconsejo que apuntéis, como mínimo, tres momentos claves: el comienzo, el medio, y el final.

Lo del final os lo digo en serio, porque yo nunca (o sea, NUNCA) sé cómo van a terminar mis historias y ahí están, inacabadas y esperando que tenga piedad de ellas. De modo que nos lo vamos a tomar en serio (yo también), y vamos a trabajar en esto. 

Aunque cuando escribas vayas añadiendo o quitando cosas, hacer un outline te ayuda a ver dónde necesitas más atención con la trama, donde la acción va demasiado lenta o donde tienes que incorporar más información sobre tus personajes.

Este mapa mental puede ser tan largo y detallado o tan corto como queráis. Podéis escribir, uno por uno, los capítulos de vuestra novela, con todo lujo de detalles (puntos de vista, acciones más importantes, diálogos, etc.); o podéis apuntar una simple frase que te recuerde mentalmente qué es lo que tienes que tratar en ese capítulo. Esto último es lo que yo suelo hacer, pero como siempre, depende de la persona.

Vuelvo a repetiros que crear este mapa mental no significa que debáis ceñiros a él si os surge una nueva idea, o un nuevo personaje. Al contrario, siempre podréis incluirlo y ver por donde os lleva. Pero os asegura que tener este mapa resulta de muchísima ayuda cuando tienes que escribir cierta cantidad de palabras al día, como ocurre con el nano, y estáis sentados delante de vuestro ordenador sin que se os ocurra nada.

En ese momento vais a dar las gracias por haber apuntado aunque sea una frase del tipo La chica se enfada con el protagonista porque ha mirado a otra en la discoteca.

Estructura Narrativa

De nuevo, aunque seáis Pantsers puros de corazón, os aconsejo que en el momento de comenzar vuestra novela tengáis más o menos claro algo de la estructura narrativa que va a seguir vuestra historia.
Hay muchos tipos de novelas, muy diferentes unas de otras, y la estructura no siempre es la misma. Esto va a depender mucho de vuestra manera de escribir y de vuestra personalidad y voz como autor, pero, por lo general, todas las historias tienen unos puntos clave que es precisamente lo que hace que la historia avance. 

El modelo clásico, ese que aprendemos incluso en el colegio, es ese que no habla de una historia en tres actos: Inicio, nudo y desenlace.

Inicio: Conocemos a nuestros protagonistas, nos situamos en su mundo, y conocemos el primer punto de inflexión, que es cuando nuestros personajes comienzan a tener problemas (de cualquier tipo, ojo), y es cuando la acción comienza. No debería suponer más de un 25% del total de la historia, pero hay excepciones, por supuesto.

Nudo: Aquí ya estamos en el meollo de la cuestión. Este tramo debería ocuparnos un 50% de la historia, aproximadamente. El punto de inflexión que vimos en el inicio no hace si no complicarse cada vez más, de modo que nuestro protagonista tiene que superando diferente dificultades, hasta llegar al problema final, que vemos en el

Desenlace: Nuestro protagonista debe enfrentarse al mayor problema de todos (desde conseguir dinero para comprarse ese helado que tanto desea hasta acabar con su mayor enemigo en una batalla épica), todo se soluciona (para bien o para mal), y terminamos nuestra historia. Aquí dedicaremos el último 25% de la historia. 

Estos puntos de inflexión, estos problemas,  marcan los hitos más importantes en nuestra novela y es lo que nos da la base para empezar a trabajar. Por ejemplo, un punto de inflexión sería que nuestra protagonista se queda sin trabajo y tiene que volver a vivir en casa de sus padres. Su vida ha cambiado con respecto al comienzo de la novela,  pero con los siguientes puntos de inflexión la cosa se va a ir complicando hasta llegar al final, para bien o para mal. 

Fácil, ¿no?

Pues no, al menos para mí, de modo que yo también tengo que ponerme las pilas con esto.

Como deberes para la próxima sesión, os propongo que intentéis hacer un mapa de vuestra historia. Si sois Pantsers a muerte, intentad por lo menos imaginad los principales punto de inflexión de vuestra historia. Si os ayuda a visualizarlos, podéis pensar en puntos de inflexión de series/libros/películas.

En Frankenstein, por ejemplo, hay un punto de inflexión muy claro cuando el doctor abandona a su creación.

En Jane Eyre, la vida de Jane cambia cuando su tía la envía al orfanato, y luego vuelve a cambiar cuando comienza a trabajar para Mr. Rochester.

¿Ha quedado claro? Pues ya sabéis lo que tenéis que hacer ahora…


* Doy desde aquí las gracias a Adhara que fue la que me sugirió la traducción de Planificadores e Improvisadores para Plotter & Pantser. ¡Gracias galletita! 

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