jueves, 3 de octubre de 2013

Writing Meme: Día 3

Mary Sue, my name is Mary Sue

Hoy más tarde de lo normal, pero a tiempo (todavía).

3. ¿Cómo eliges los nombres de tus personajes?

Venga, vale. Hemos tocado hueso, doctor. Si os digo la verdad, no lo sé. No, en serio, supongo que hay gente que elige los nombres de sus personajes atendiendo a significados cabalísticos, a la suma de las vocales menos la resta de las consonantes, y ese tipo de cosas.

Bien, yo no soy una de esas personas.

Soy tan poco de ese tipo de personas que en muchas ocasiones he llegado a escribir escenas y capítulos con el nombre genérico de Muchachita (no es coña) o MarySue, y luego (más tarde, en otra vida) lo cambio. En mis relatos cortos, los personajes no suelen tener nombres, pero claro, eso es complicado en una novela.

Si pienso en las historias que tengo escritas, y pienso en los nombres (Sevandor, James, Aliaga, Rain...) me asalta la duda tremenda de no tener ni idea de dónde han salido. Imagino que vienen de un lugar insondable y oscuro, en lo más profundo de mi cabecita loca. En el caso de El amor está de oferta (ejem, sí), el nombre surgió por una confusión con mi propio nombre (Susana, si os lo estáis preguntando) que en su momento no me hizo gracia y luego se quedó como una coña.

Lo bueno de escribir fanfic es que estos problemas no lo tienes. Bueno, sí, sólo tienes que pensar en el nombre de la MarySue, pero no es lo mismo elegir un nombre que cincuenta, eso es obvio... Lo cierto es que cuando me pongo a pensar un poco en cierta historia los nombres empiezan a salir solos, supongo que por sonoridad, pero de verdad que sigue siendo un misterio para mí.

Y eso con los nombres, que si hablamos de títulos ya nos podemos morir. Ahí sí que soy una nulidad total y absoluta. Menos mal que tengo a Henry, que suele echarme una mano con estas cosas...


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